Las tasaciones inmobiliarias son evaluaciones técnicas y profesionales realizadas para determinar el valor real de una propiedad en el mercado. Este proceso considera diversos factores como la ubicación, el tamaño, las características del inmueble, su estado de conservación y las condiciones del mercado en un momento específico.
Compraventa de inmuebles: Ayudan a establecer un precio justo tanto para vendedores como para compradores.
Gestión de créditos hipotecarios: Bancos y entidades financieras requieren tasaciones para otorgar préstamos basados en el valor del inmueble.
Declaraciones fiscales: Sirven para cumplir con normativas legales o impositivas relacionadas con bienes inmuebles.
Reparticiones de bienes: En casos de herencias o divisiones patrimoniales, las tasaciones aseguran un reparto equitativo.
Transparencia: Proporcionan un respaldo objetivo para las negociaciones.
Seguridad financiera: Reducen el riesgo de sobrevalorar o subestimar una propiedad.
Toma de decisiones informada: Facilitan la planificación de inversiones o ventas.
Confianza: Refuerzan la credibilidad de las transacciones ante terceros.